domingo, 5 de julio de 2009

En el país de las himnovaciones

¿Es verdaderamente necesario reescribir la historia? ¿Será que realmente la colonización se ha mantenido a través de tantos siglos? ¿Será el retorno al Ayllu la respuesta? ¿Será que en realidad, tal como cree el presidente y los reescritores de la historia, Bolívar no era un criollo sino un originario de pura raza que tenía sed histórica de venganza y sangre? ¿No soy mestizo? Y por qué no; ¿El área 51 existe? A esta y las anteriores preguntas, nuestro líder natural tiene todas las respuestas, que tristemente nos las esconde y revela por partes y de forma misteriosa.

Mientras tanto, a medida que nos muestra su gran liderazgo y visión, Evo (el primero, el elegido) se inmortaliza en las monedas del bicentenario de Chuquisaca a la usanza de los GRANDES emperadores. Además, proclama la necesidad inmediata de re escribir la historia; evidentemente los ganadores son los que la escriben.

Sin embargo, al margen de todas sus extravagancias y delirios megalómanos, ¿por qué será que el presidente ha hecho notar que nuestra historia debe ser re escrita? De hecho, durante las propagandas del bicentenario, el gobierno clama que hoy, luego de 200 años continuamos en plena revolución. Esto significa que la historia nos engaña, que en realidad nunca dejamos de luchar contra el colonialismo alias imperialismo sometedor.

No soy la persona adecuada para tratar este tipo de temas, aunque podemos ver en libros de historia que al parecer, las revoluciones YA terminaron (a menos que todo sea una conspiración tipo área 51). Entonces, tal vez haya que ahondar en los motivos por los cuales el Elegido desee reescribir la historia. Entonces, yo consulté a los libros y relatos más oscuros y peligrosos de las bibliotecas prohibidas de Alejandría, y encontré entre los archivos la respuesta de Les Luthiers.

En esta obra, en determinado momento ocurre que el presidente Garcete solicita que se le nombre en el himno nacional (caras de admiración). Por favor lean los siguientes fragmentos de dicho momento:

Manjacaprini: Caballeros, me temo que eso sea imposible
Político 2: ¿Cómo me temo que sea imposible, me temo que sea imposible?
Político 1: Maestro, nosotros estamos en el gobierno, me temo... y sacamo lo que queremo.
Manjacaprini: No. Lo que intento explicarle es que, como en el himno no se nombra a nadie...
Político 2: ¿Cómo que no se nombra a nadie? Se lo nombra al general Anastasio Ponce.
Manjacaprini: ¡Ah bueno, momentito doctor! Pero por que es el padre de la patria, el prócer mayor de nuestra independencia.
Político 1: ¿Se lo nombra o no? (...) Entonces muy fácil. Agarramos el himno, y donde dice Ponce (Gesto de borrón y cuenta nueva) ponemos Garcete.
Político 2: El general Ponce estuvo muy bien, nadie le quita eso. Pero ya fue, pasó de moda. Está obsolecto.
Manjacaprini: Si pero escúcheme, en el himno dice "nos guía Anastasio Ponce, con su emblemática figura desde 1811". Sucede que Ponce rima con once. Garcete no rima.
Político 2: Entonces donde dice 1811 ponemos 1807, que rima con Garcete.
Político 1: Doctor, ¡como admiro su vena poética!
Manjacaprini: Escúcheme 1807. ¡1807! Si la fundación de la república fue en 1811.
Político 1: 1807 es mejor. Es antes.
Manjacaprini: Pero si hasta los escolares saben que fue en 1811, no podemos cambiar así la historia.
Político 1: Bueno, cuando no hay voluntad, no hay voluntad mestro Manjacaprini.

Seguramente recordarán a Les Luthiers, que con su toque mágico transforma a quien tenga suficiente paciencia para escuchar sus largos monólogos. Entre sus grandes "hitos" (o hits), se encuentra una pieza llamada "Comisión" (por su nombre corto)dividida en varias partes , donde se cuenta la historia de los dos políticos del Frente Estatista Lista Azul (el Lista-azulismo) y el famoso compositor Manjacaprini y la "Comisión de Mantenimiento y Actualización Permanente de la Canción Patria" (en donde por primera vez ambos políticas se encuentran en una comisión importante mas no la cobran). Estan es precisamente la obra que acabamos de leer; o al menos un fragmento de ella.

A fin de cuentas, si los políticos de la obra podían proclamar "si algo va mal, tendremos a alguien de afuera (un país enemigo) a quien hecharle la culpa", no hay por qué no llevar a la realidad la ficción.

La pregunta final a toda esta historia inconclusa sería ¿Es Evo verdaderamente el Elegido para que luchemos al Imperio y venzamos?¿Descenderá de los cielos al mejor estilo Mesías versión guerrero? No hay que olvidar los papeles protagónicos de Neo o Luke Skywalker; ambos contra el Imperio. Una agudización de los sentidos permite que nuestros sentidos reconozcan que los mensajes subliminales están allí: ¿notaron que el Evo aparece en TVN entre medio de Túpak Catari y Bartolina Sisa?

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