En esta ocasión, deseo rendirle homenaje a un gran genio de la música pop, y es por supuesto el difunto Michael Jackson. Y no he de hacer ninguna revisión técnica ni histórica, sino tan solo, una breve reseña de cómo marcó mi vida.
Debo decir que cuando yo era pequeño no su música me envolvió de una forma sorprendente; más que nada los hipnóticos pasos de baile que realizaba en sus videos y en sus sorprendentes conciertos a todo dar. Por supuesto que no entendía ni J de lo que decía en sus letras en ese entonces, por lo que yo cantaba cualquier cosa. Una de las cosas que más intentaba imitar, fue su paso hacia atrás que aún hoy me deja con la boca abierta. Y cómo olvidar su ingenioso sistema de ilusión antigravedad, inventado junto a Michael Bush y Dennis Tompkins (en el cual no hay necesidad de cuerdas). Sin embargo, mi grandes habilidades de baile llegaron a imitar la forma en que Michael Jackson se ponía el sombrero.
Aún hoy, al margen de su vida personal, debo admitir que es uno de los músicos que más he admirado; tenía una voz hermosa y un baile que absolutamente nadie ha podido igualar en el género pop. Todo esto teniendo en cuenta que considero al pop lo más antimúsica posible que se ha podido inventar luego de la cumbia, el reggaetón y el punk. Verdaderamente se ha marchado un verdadero ídolo.
Tal vez la forma más adecuada de definir el aporte de Michael Jackson sea decir que él era un hombre mágico, que expresaba toda su magia en lo que hacía, dando alegría a quien observara. Es por eso que mi agradecimiento va dirigido así: Gracias por la magia, y adiós.
Si quieren ver un claro caso de personas que han tenido un fuerte efecto en sus vidas gracias a Michael Jackson, he aquí un video de reos en Filipinas que como parte de su plan anti estrés, hicieron esta súper coreografía.
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